Alba Ciudad 96.3 fm alcanzó su octavo aniversario al aire usando software libre. La emisora del Ministerio del Poder Popular para la Cultura es pionera en el uso de aplicaciones no privativas y hoy en día es un referente cultural para los caraqueños con su amplio archivo musical.
29-06-2018.- “El uso de tecnologías libres significa ser independientes”, así lo sentencia la periodista María Gabriela Rodríguez, Coordinadora General de Alba Ciudad 96.3 fm, emisora pionera del uso de software libre para la producción radial en Venezuela.
Hace ocho años la emisora caraqueña migró al uso de tecnologías no privativas y hoy en día se ha convertido en un referente para medios comunitarios y alternativos con un nutrido archivo musical en línea que incluye piezas destacadas de la producción musical nacional.
En estos momentos de asfixia económica, el tema de la soberanía está a la orden del día en el panorama político nacional; Rodríguez lo sabe y explica que al decir independientes se refiere a no estar sometidos ni técnica ni políticamente al funcionamiento de sistemas operativos privados.
La periodista no solo resalta los cuantiosos recursos que se ahorra el Ministerio con el usos de licencias libres sino que además toca otro asunto vital para el desarrollo creativo de una radio como Alba Ciudad: “poder construir y avanzar en los requerimientos técnicos de la radio; esto sería imposible con un software privativo”, declara.
Además de los factores económicos y técnicos, Rodríguez identifica otro elemento crucial: el vínculo del usos de tecnologías liberadoras con el ideario antiimperialista del proceso bolivariano.
“El manejo de software libre mantiene una estrecha relación con el pensamiento antiimperialista porque nos hace culturalmente libres”, explica la militante del colectivo Avanzada Popular.
Al ser consultada sobre los retos que le depara el futuro inmediato a la emisora de radio caraqueña, Rodríguez afirma: “seguir comunicando en resistencia para llegar a la victoria definitiva”.
El Paso a paso: liberar, compartir y transformar
Luigino Bracci es el responsable de la migración de Alba Ciudad a software libre. Al escuchar su rápida enumeración sobre las ventajas de este giro uno puede seguir una secuencia sencilla: liberar equipos generar nuevas dinámicas de relacionamiento en una comunidad y además abre perspectivas a la innovación; a la creación de nuevas aplicaciones para solucionar problemas cotidianos. El paso a paso es claro: liberar, compartir y transformar.
El tecnólogo admite que hay posiciones encontradas en el seno de la comunidad de software libre sobre la intervención de la política en este ámbito que suele presentarse como meramente técnico, pero Bracci pertenece al bando de los que comprende que el uso de la tecnología es político.
Desde 2004 existe un decreto firmado por el Comandante Chávez que instruye a la Administración Pública Nacional el uso priorizado de software libre. Esto fue ampliado y elevado de rango por el Presidente Nicolás Maduro con la Ley de Infogobierno en 2013.
“No solamente se trata de la soberanía tecnológica- aclara Bracci- sino de la seguridad informática; tener la potestad de revisar el código fuente y saber que no hay virus o puertas traseras”.
Hoy en día mientras somos acosados por el capital privado “el software libre es vital para enfrentar sanciones y bloqueos; es un buen momento para adoptar de manera masiva este sistema operativo, especialmente en empresas mixtas o las productoras de alimentos”.
Bracci explica que con aplicaciones libres se puede verificar la ruta de distribución de alimentos y así optimizar la política de subsidio que adelanta el Gobierno Nacional.
Las potencialidades se pierden de vista; fue precisamente con herramientas libres que Alba Ciudad pudo poner la música de cultores casi desconocidos a un click de distancia de los usuarios.
“Hablamos de un proceso de democratización, de acceso a las producciones culturales de nuestra gente”, puntualiza.
El software libre fomenta el compartir y tiene un potencial transformador: es una rebelión contra la privatización del conocimiento”, finaliza Bracci.
Texto: Neirlay Andrade
Fotografía: Alejandro Perdomo
