“No cabe duda de que en la sociedad que vivimos hoy ya el petróleo o la energía no es lo único que mueve el mundo. Los datos son el nuevo petróleo. Los datos son en estos momentos los que están transformando  el comportamiento humano. Los datos son capaces de predecir y de adelantarse a escenarios futuros para poder tomar decisiones”, aseveró este martes Kenny Ossa, presidente del Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI). 

 

Durante su participación como ponente junto a Nerissa Aguilera, defensora de Derechos Cibernéticos,  en el Congreso de Comunicadores 3.0 Venezuela Digital 2020, Ossa, aseguró que los datos son el pivote esencial del comercio en el mundo y que éste es posible gracias a la gestión masiva de los datos. 

 

En tal sentido, invitó a las personas a realizar un sencillo ejercicio junto a su teléfono inteligente para corroborar cómo funciona la cibervigilancia, el ciberespionaje: “tomen su celular y hablen unos minutos sobre cualquier cosa; por ejemplo, las elecciones de Estados Unidos o las elecciones parlamentarias de Venezuela y verán cómo las redes sociales les van a comenzar a ofrecer publicidad o propaganda sobre ese tema, lo cual representa un acto de vulnerabilidad de nuestra privacidad”. 

 

Sin embargo, el presidente del CNTI señaló que ante esta realidad no es que no se deban usar las redes sociales, o prohibir su uso, “sino tener la conciencia suficiente del terreno que estamos pisando y actuar en consecuencia (…) Es decir, si vas a tener una reunión donde se tratarán temas muy privados e importantes, lo recomendable es que lo hagas lejos de un dispositivo con acceso a internet”. 

 

Asimismo, recomendó a los usuarios de dispositivos tecnológicos tomar ciertas medidas que protejan sus datos, como por ejemplo: desactivar el GPS o utilizarlo sólo cuando lo necesitas; tener un cifrado de datos en tus computadora y teléfonos; mantener las contraseñas fuertes, combinar caracteres, números y que no sean las mismas para todas las cuentas; tener en tus equipos doble factor de autenticación en las aplicaciones. 

 

 

 

Por su parte Nerissa Aguilera, defensora de los derechos cibernéticos, habló sobre los derechos digitales, a los que definió como los derechos humanos, pero en el mundo digital y que aseguró “se han incrementado de forma exponencial debido a la pandemia, época en la que las personas están más expuestas a la tecnología por el teletrabajo, educación a distancia, terapias en línea, entre otras prácticas de comunicación en medio de esta transformación digital que estamos viviendo”.

 

Aguilera citó algunas cifras que evidencia el aumento durante la pandemia por el COVID-19 del 17% al 52% de los delitos cibernéticos como los virus informáticos, el phishing (engaño para hacer que compartas contraseñas), ciberataques para robar información sobre las vacunas, entre otros delitos. 

 

La defensora de los derechos cibernéticos dio varias recomendaciones para crear ambientes seguros y evitar ser víctimas de cualquier tipo de ataque: construcción de claves seguras, verificar las direcciones o URL de las páginas que visitas, correr con frecuencia antivirus en tus dispositivos electrónicos, no hacer clic en ofertas que a primera vista suenan engañosas y en caso de ser víctimas de algún ciberdelito resguardar las evidencias digitales que apoyen la denuncia. 

 

Alertó sobre el delito de grooming (acoso y abuso sexual en línea) y el de extorsión a niñas, niños y adolescentes con frecuencia en la red social de facebook, por lo que instó a los padres y madres a estar pendientes de lo que sus hijos están haciendo en las redes sociales, instalando control parental en las computadoras y celulares de sus menores e invitó a unirse al canal de telegram Entremanas en donde realizan cursos a padres sobre estos temas. 

 

Aguilera también hizo referencia sobre la pornovenganza de la que son víctimas muchas mujeres que ven vulnerada su privacidad por parte de sus exparejas luego de romper su relación sentimental y a las que instó a denunciar ante las autoridades competentes. En tal sentido, señaló que la Ley de Delitos Informáticos debe ser actualizada, porque después de 20 años de su aprobación hay muchos temas que detallar.