Nicolás Maduro cumple un año de batalla y victoria

Nicolás Maduro cumple un año de batalla y victoriaEs uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar (…) con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destinos de esta Patria”

Así fue como el Comandante Chávez describió al entonces vicepresidente Nicolás Maduro, aquella noche del sábado 8 de diciembre de 2012, cuando en cadena de radio y televisión transmitió al pueblo venezolano su “opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total” para que en el caso de que se convocaran elecciones “ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela”.

Y fue Maduro quien tuvo que anunciar, el 5 de marzo de 2013, que el Comandante había fallecido. Le tocó entonces asumir las riendas del proceso con la advertencia que había hecho el Gigante: “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria”.

“Unidad, lucha, batalla y victoria”, fueron las palabras que se convirtieron, desde ese día, en una guía para Maduro y para el pueblo revolucionario.

De Sabaneta a Miraflores

Después del anuncio del cronograma por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), el abanderado del Gran Polo Patriótico (GPP) emprendió la campaña para las elecciones presidenciales del 14 abril de 2013, el martes 2 de ese mismo mes en Sabaneta, estado Barinas, “porque vamos a cumplir la misma ruta de la ofensiva final de nuestro Comandante”.

Se enfrentó al candidato de la derecha Henrique Capriles, quien había sido derrotado en los comicios del 7 de octubre de 2012. El cierre de la cruzada, que tan solo duró 10 días, fue el 11 en la avenida Bolívar de Caracas.

El llamado hijo de Chávez recorrió el país llevando como bandera el Plan de la Patria. Desde el principio de la contienda advirtió que la “derecha ha decidido hacer una campaña electoral de violencia”.

El plan de la oposición de desconocer la voluntad popular en caso de la derrota quedó demostrado cuando Capriles se negó a firmar el acuerdo de reconocimiento del resultado, propuesto por el Comando de Campaña Hugo Chávez. Luego se entendería el porqué.

Presidente de la paz

“Yo seré el presidente de la paz de esta Patria, no habrá chantaje de nadie, creo en la paz como el único camino para la prosperidad, para la vida, para el socialismo, para el desarrollo de las garantías y derechos sociales del pueblo”, manifestó el recién electo presidente Maduro la noche del 14 de abril , luego de que el CNE lo anunciara ganador con 50,66% de los votos frente a 49,07% que obtuvo Capriles.

Fue enfático al señalar que no tendría debilidades con quienes quisieran imponer la violencia o intervenir en los asuntos internos de Venezuela. “Sabemos que hay planes para violentar el país, yo lo que pido es paciencia, conciencia, no caer en provocaciones, pido mucha madurez y responsabilidad a todo el país”, acotó.

Ya había denunciado la guerra eléctrica que enfrentó durante la campaña, sumada a la psicológica que inició la oposición con su maquinaria mediática cuando se anunció la enfermedad del Comandante. Desde diciembre comenzó una guerra económica con sabotaje en el abastecimiento.

Esa misma noche, el derrotado indicó que no reconocería los resultados “hasta que no se cuente cada voto, uno por uno”. Al día siguiente, pidió a sus seguidores que “descarguen toda esa arrechera”.

Ese llamado bastó para que la violencia fascista dejara un saldo lamentable de 11 fallecidos, entre ellos dos menores de edad, y destrozos en más de 35 instalaciones de Barrio Adentro. También atacaron urbanismos de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), sedes del PSUV, CNE, Pdval, Mercal y medios alternativos y comunitarios.

El día de su juramentación, el 19 de abril, la hija del Gigante, María Gabriela Chávez, le colocó la banda presidencial. Maduro fue bautizado por el pueblo como el primer presidente obrero y chavista.

Trabajo y más trabajo

El 25 de abril, cumpliendo su promesa de campaña, arrancó el Gobierno de la Eficiencia en la Calle (GDC), en el estado Zulia.

La modalidad surgió de una “idea que venía trabajando el presidente Chávez, que era el gobierno móvil, que consistía en una manera más organizada y sistematizada de ir abordando los territorios para, con el pueblo, poder construir las soluciones”, dijo el vicepresidente Jorge Arreaza, en Carabobo.

De esta manera, el Gabinete Ejecutivo recorrió todo el territorio nacional para escuchar las necesidades y propuestas del pueblo. Buscando siempre, como lo pidió el Comandante, la eficiencia o nada.

En esos tres meses que duró la primera etapa del GDC fueron adquiridos 2 mil 450 compromisos, de acuerdo con las cifras registradas en un trabajo especial del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.

Maduro recorrió junto al Gabinete 79 mil 120 kilómetros, y más de 3 millones de venezolanos participaron en reuniones de trabajo. Los recursos aprobados para la ejecución de los proyectos fueron de más de 125 mil millones de bolívares.

Los medios de comunicación de la derecha optaron por el silencio y la omisión de los frutos del GDC.

“Esta oposición (…) se empeña en continuar dándose trancazos contra la realidad, como el sapo que se ensarta en la estaca y le echa la culpa a la estaca. Atacan a Maduro con la misma saña con que lo hicieron con el Comandante. No entienden, o se hacen los locos, que el ‘Gobierno de Calle’, no es más que un eslabón superior del principio de la democracia participativa consagrada en la Constitución”, escribió el periodista Manuel Abrizo en Maduro los tiene locos.

La segunda fase del GDC arrancó el 10 octubre con las tres ies: inauguración, inspección e inicio de obras para dar cumplimiento a los compromisos adquiridos. En esta etapa fueron entregadas mil 843 viviendas en Anzoátegui, Yaracuy, Aragua, Zulia, Miranda, Monagas y Distrito Capital. En diciembre con ferias y megamercales el Gobierno Bolivariano garantizó al pueblo los alimentos y productos navideños.

En enero de 2014 comenzó la nueva fase con el objetivo de intensificar la ofensiva económica para la transformación productiva; desplegar las grandes misiones Vivienda Venezuela y Barrio Nuevo Tricolor; fortalecer el Movimiento por la Paz y la Vida; reimpulsar la política de rehabilitación del sector salud; desarrollar planes para garantizar el acceso al agua potable y profundizar la organización comunal.

Combate revolucionario


Rumbo a las elecciones municipales del 8 de diciembre, el jefe de Estado llamó a los candidatos a llevar a cabo una “campaña pedagógica, de altura, con planes verdaderos para construir la comunidad”.

El 16 de noviembre, cuando comenzó la campaña, invitó a prepararse en paz para reconocer los resultados del CNE.

Los desacuerdos de la derecha venezolana se habían hecho presentes desde el momento en que tocó definir los candidatos y Capriles decidió darle al proceso municipal “un carácter plebiscitario”.

El 8 de diciembre, Día de la Lealtad a Chávez y Amor a la Patria, las fuerzas revolucionarias ratificaron la continuidad del proceso al obtener 255 alcaldías, mientras la llamada MUD alcanzó 75.

“Ellos decían que hoy se acababa el mundo, tomemos (el triunfo) con serenidad y humildad, eso sí con mucha convicción, ellos creyeron que el pueblo iba a traicionar a Chávez, no saben el amor que tenemos dentro del corazón”, dijo Maduro en la Plaza Bolívar durante la celebración.

“La salida” de la derecha

Pasó más de un mes, desde el fracaso de la derecha en el denominado “plebiscito” de Capriles, cuando el 23 de enero de este año la coalición de partidos de oposición, agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), develó los nuevos planes para desestabilizar al país. Ese día el dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, y María Corina Machado, llamaron a los venezolanos a mantenerse en la calle hasta conseguir “la salida” del Gobierno Bolivariano.

“No van a someter nuestra rebeldía”, “prender las calles de lucha cívica”, fueron algunas de las frases pronunciadas en esa rueda de prensa y que resonaron el 12 de febrero cuando la marcha de estudiantes, convocada por la misma fracción, generó caos y destrozos en Caracas dejando como saldo lamentable dos personas fallecidas.

En la conmemoración del bicentenario de la Batalla de La Victoria, Maduro señaló que habría justicia por la sangre derramada y que quien ejerciera la violencia contra una familia por pensar diferente iría a la cárcel. “Queremos paz pero con justicia, con respeto. Respetamos para que se nos respete, hago un llamado a los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, estamos enfrentando un golpe de Estado en Venezuela en desarrollo y la Revolución Bolivariana va a triunfar por el camino de la Constitución”, aseveró.

Se desató entonces la locura fascista con su “protesta pacífica” que incluye obstrucción del libre tránsito con barricadas, guayas y clavos, uso de bombas molotov y armas de fuego, asedio a personas identificadas como revolucionarias y ataques terroristas a unidades de transporte y sedes de la administración pública, incluyendo la quema de la Unefa en Táchira.

Conminado por el presidente, López debió dar la cara a la justicia venezolana y cumplir con él “asumimos la responsabilidad del espíritu de lucha” pronunciado en la rueda de prensa del 23 de enero.

“La salida” convocada por el ala radical de la derecha, similar al “descarguen la arrechera” de Capriles, ha dejado un total de 41 venezolanos fallecidos.

Apuesta constante por la paz y el diálogo

Desde que resultó electo el 14 de abril el presidente Nicolás Maduro llamó a todos los sectores del país a mantener la paz y trabajar por Venezuela.

El 14 de febrero lanzó el Plan de Pacificación con 10 líneas estratégicas entre las que se cuentan: mejorar la eficiencia del sistema policial, despliegue del plan de desarme, fortalecimiento del Movimiento por la Paz y la Vida y la creación de la brigada especial policial y militar contra el sicariato.

Luego, instaló la Conferencia Nacional de Paz con la participación de sectores políticos, empresariales y estudiantiles que ha permitido firmar convenios para el reimpulso de la producción y la instalación de la Comisión por la Verdad con la participación de diputados revolucionarios y opositores. Además, ha realizado dos asambleas de trabajo con gobernadores y alcaldes de la oposición en las que aprobó recursos para diversas obras.

Asimismo, el primer mandatario invitó a la Comisión de Cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para acompañar y facilitar el diálogo con los estudiantes y el sector político que se negaba a participar. “Haremos todo lo que tengamos que hacer para que exista convivencia, tolerancia, respeto sin bajar el nivel de pasión para defender las ideas, pero que esa pasión no pase por encima del otro”, expresó Maduro al referirse al primer encuentro donde participó la Mesa de la Unidad Democrática.

Impulsó ofensiva para proteger al pueblo de la guerra económica

A solo meses de haber llegado a la Presidencia, Nicolás Maduro debió implementar una gran ofensiva económica para proteger al pueblo de la guerra económica que adelantó la derecha con el objetivo de generar caos en el país.

El Gobierno Bolivariano encontró precios especulativos, sin justificación alguna, cercanos o superiores a 1000% en 99% de los más de 5 mil establecimientos comerciales que inspeccionaron en el primer mes y medio, desde que arrancó la ofensiva hasta enero, cuando el Presidente presentó su Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional (AN).

El jefe de Estado convocó una gran operación especial cívico militar en la que el Poder Popular jugó un papel fundamental a la hora de denunciar e inspeccionar a los comercios que incurrían en esos delitos. Hubo sanciones para varios empresarios y tuvieron que ajustar sus precios.

Para ir estabilizando la situación, se instaló el Órgano Superior de la Economía como una instancia superior de coordinación, inspección y contraloría.

El llamado del primer mandatario a los empresarios honestos, reiterado en innumerables oportunidades, fue trabajar para convertir a Venezuela en una potencia productiva.

Ya con la aprobación que dio la AN a la Ley Habilitante, que pidió el mandatario por 12 meses, la ofensiva contra la guerra económica se fortaleció. Fue así como se aprobó la Ley Orgánica de Precios Justos que establece 30% máximo de ganancia y protege a los pequeños y medianos comerciantes, quienes participaron en jornadas de registro único. También se logró la reducción de los costos de arrendamiento de los centros comerciales del país.

Además, se creó la Superintendencia de Precios Justos para coordinar la aplicación de la Ley. Se suman a estas iniciativas la creación del Centro Nacional de Comercio Exterior y la Corporación de Comercio Exterior para garantizar y asegurar la ejecución de las políticas nacionales en materia de administración de divisas, exportaciones e importaciones.

Para velar por la oportuna producción y distribución de los alimentos de primera necesidad se instaló un Estado Mayor Especial de Abastecimiento.

Fuente: RNV

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